COMIENZO

Estaba pensando en hacer algo por el estilo hace tiempo, aunque nunca había encontrado el momento para empezar, y dado que ahora estoy un pelín sensible me he dicho "¡¿¡Qué demonios?! ¡Vamos allá!"


Por aquí he visto muchos blogs que analizan series, capítulos o programas, muchos de ellos con gran ingenio y destreza. Por un tiempo, yo también incluso me animé a intentarlo, pero con sinceridad creo que no soy tan bueno analizando, por lo que pronto me empezó a parecer más un agobio que un entretenimiento.

Pero de todas formas, lo que sí puedo contar es la impresión que me produce. Los sentimientos, las emociones... quizás es un retrato puramente subjetivo de lo que puede expresarse sobre una serie, pero es algo con lo que me siento más cómodo y más capaz de realizar.

Supongo que como todos, comencé mi andadura en la televisión con las series infantiles. 'Dragon Ball' marcó mi más tierna infancia. Era de los que pensaba que ese mundo maravilloso existía en un lugar muy, muy remoto, al que quizás sólo podría acceder desde los sueños, pero que por mi corta edad me parecía tan real como la vida misma. Y no solo con 'Dragon Ball'. Supongo que, cuando tienes entre 4 y 7 años, piensas que todos los mundos de fantasía son reales. Yo vivía en un mundo en el que un enorme dragón que surcaba los cielos podría concederte un deseo si le encontrabas. Un mundo en el que los animales hablan, si sabes escucharles, en el que unos adolescentes normales podían combatir contra malvadas criaturas en sus "Dinozord" y en que un gato cósmico del siglo XXII podía sacarte una puerta mágica de su barriga hacia cualquier paraíso del mundo.



Poco a poco fui creciendo, y a pesar de que se siguieron sumando grandes títulos de animación como 'Digimon' o 'Shin-Chan', mi siguiente predilección fue las series americanas, entre las que por aquel entonces destacaban para mi dos especialmente: 'Buffy Cazavampiros' y 'Embrujadas'. La magia parece que se negaba a abandonar mi vida, pero esta vez se me presentaba con un toque mucho menos infantil.

Supongo que fue en el año 2000 cuando encontré por vez primera a la cazavampiros. Fue en un verano que no recuerdo con especial cariño, pero mi cita a las 20 horas con Canal+ (el canal donde por aquel entonces se emitía) era absolutamente ineludible. Pillé casualmente la serie justamente en la época en que Buffy vivió el desamor y la tristeza por la pérdida del alma de su amado Angel, una etapa bastante pastelosa de la serie que me dejo fascinado (y quizá eso fue lo que me hizo caer en las garras de la infumable saga Crepúsculo). De todas formas, 'Buffy Cazavampiros' tenía muchísimo más detras de esa simple historia de amor, que me hizo ser un seguidor acérrimo. Incluso a día de hoy, me suelo dar el capricho de revisionar la serie cada cierto tiempo. Al mismo tiempo que la disfruto, me trae nostalgia de momentos que viví mientras seguía la serie, como aquella vez que Willow se enfrentó a Glory, haciendola gritar de dolor. Mi madre se puso en aquel momento como loca porque esa perra sufriese, haciendo que se le cayese el plato de espaguetis sobre la alfombra. Todo un show.


Y 'Embrujadas' llegó prácticamente al mismo tiempo a mi vida que mi querida Buffy, por lo que tuve ración doble de magia en mi vida en aquel momento. De la misma forma, mi encuentro con las Halliwell fue fortuito. Una tarde de domingo no había ninguna película decente, por lo que mi dedo aterrizó accidentalmente sobre el botón del mando correspondiente a TeleCinco. Ni sabía que era una serie. Mi madre (como no) no hacía más que darme la tabarra diciendo "¡Esa es Brenda, esa es Brenda!". Tuve suerte de no haber decidido cambiar de canal en aquel instante, me habría perdido la segunda serie que más me ha marcado.

Yo era de los que jugaba con mi hermana a 'Embrujadas'. Ella era Piper, y yo Leo. Y lejos de todo el contenido amoroso (que para la edad que teníamos habría sido inapropiado, aparte de ser incesto) nosotro jugabamos principalmente a hacer pociones con barro y a repartirnos poderes. Qué recuerdos...

Viví con inmenso dolor la época en que murió Prue. Aparte de ser mi embrujada favorita, sentía como si de alguna manera hubiera perdido a una hermana yo también. Y durante un breve periodo, odié a Piper por ello, porque Leo la salvara a ella antes que a Prue. Que iluso era... el tiempo me ha enseñado hacia que hermana (o mejor dicho, hacia que actriz cuyo nombre empieza por A) dirigir mi odio. Paige entró en 'Embrujadas' y en mi vida como una autentica extraña y algo usurpadora, y aunque poco a poco la fuí cogiendo mucho cariño (mas incluso que al personaje de la dichosa actriz cuyo nombre empieza por A) lo cierto es que la serie no volvió a ser lo mismo que cuando vivía Prue.

Y tras esta fase, ya bien entrado en la adolescencia (o casi acabándola) llegaron a mi vida las series de la nueva generación, tal y como algunos las llaman. 'Mujeres Desesperadas', 'House', 'Perdidos', 'Anatomía de Grey' y 'Prison Break' eran principalmente las que más seguí, pero mis destacadas de entonces siempre fueron (y serán) 'Mujeres Desesperadas' y 'Anatomía de Grey'.

'Anatomía de Grey' fue la primera que se cruzó en mi vida. Recuerdo que la empezaron a emitir en cuatroº en 2006 los jueves, compitiendo contra 'Gran Hermano'. Batacazo inmenso en audiencias, creo recordar, pero yo seguí al completo las emisiones que se hicieron porque ese año la edición de 'Gran Hermano' no me gustaba. No sé cuanto tuve que esperar para que volvieran a emitirla, pero sí que se que lo hicieron los martes tras los capítulos de estreno de 'House'. Esa época fue inolvidable, comenzaba la magistral segunda temporada y para mi fue bastante importante porque me ayudó entreteniéndome en una época que estaba un poco decaido de ánimos. La sensación que tuve cuando Izzie cortó los cables fue indescriptible, uno de los mejores momentos televisivos que he presenciado.

Y por aquella época también tuve el placer de echarle el ojo a 'Mujeres Desesperadas', que a pesar de que no vi la primera y la segunda temporada, sí que tuve la suerte de cazar un resumen especial que hicieron en La 2 para promocionar la tercera temporada. Ciertamente, no fue de las mejores de la serie, pero fue suficiente para producir en mi la reacción de comprarme el pack de la primera y segunda temporada completas en DVD (ya que aun no podía disfrutar de los beneficios de internet y por tanto de eso que tanto les jode a los que apoyan la "Ley Sinde").


Esta serie me marcó inmensamente justo porque no me esperaba nada de ella. ¿Una historia de mujeres cuarentonas? ¡Puaj! Pero como todo lo bueno que he seguido en mi vida, ese dichoso especial llegó a mi pantalla por casualidad, en una de esas interminables jornadas de zapping. ¡Bendita la hora!

Y tras el apoteósico día en que la banda ancha llego a mi casa, comenzó mi época como seriéfilo. Tras un breve período en el que ojeé por encima todas las series que recordaba con más nostalgia de mi infancia, llegó casi casi por casualidad mi último gran descubrimiento: 'Battlestar Galactica'. Como en muchos de los casos anteriores, partía con muy pocas expectativas. Y casi se cumplen hasta la mitad de la primera temporada, pues no dejaba de parecerme una serie demasiado... extraña. Pero en vez de rendirme, me dejé llevar. Y me enamoré de los "porrones de cylones", como decía mi señora madre. Consumí sin parar y sin dificultad todos los episodios de la serie en tiempo record, y a pesar de que ya hace cerca de un año y medio que la acabé, esta serie me ha sobrecogido y me ha desgarrado el alma sin piedad alguna. No me avergüenzo en admitir que lloré como un bebé cuando vi la series finale, e incluso a día de hoy, a pesar de no haber visto enteras muchas de las series que se consideran como grandes, es el mejor final de serie que he visto nunca.


Y ahora, vivo en una etapa oscura, en lo que a televisión se refiere. Sigo esperando "eso especial" que vuelva a dejarme sin aliento de nuevo. Podría ser 'Fringe', pues tiene prácticamente todo el camino hecho para conseguirlo; o quizá 'A dos metros bajo tierra', una magnífica serie, aunque extraña a la vez, que por unas u otras razones no seguí con regularidad y que ahora que he retomado estoy esperando ver qué me ofrece.

¿Cuál será mi próximo éxito? No lo sé, pero será divertido descubrirlo sobre la marcha. Es sólo cuestión de tiempo...

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